Una campaña presidencial que se ha visto envuelta en un juicio por un delito grave, en la expulsión de un presidente en funciones y en múltiples intentos de asesinato se reduce a un último esfuerzo en un puñado de estados en vísperas del día de las elecciones.
Kamala Harris pasará todo el lunes en Pensilvania, cuyos 19 votos electorales ofrecen el mayor premio entre los estados que se espera que determinen el resultado del Colegio Electoral. La vicepresidenta y candidata demócrata visitará zonas de clase trabajadora como Allentown y terminará con un mitin nocturno en Filadelfia que incluirá a Lady Gaga y Oprah Winfrey.
Alrededor de 77 millones de estadounidenses ya han votado anticipadamente, pero Harris y Trump están presionando para conseguir muchos millones más de simpatizantes el martes. Cualquier resultado el día de las elecciones será histórico.
Una victoria de Trump le convertiría en el primer presidente entrante en haber sido acusado y condenado por un delito grave, tras su juicio por sobornos en Nueva York. Obtendrá el poder de poner fin a otras investigaciones federales pendientes contra él. A su vez, Trump se convertiría en el segundo presidente de la historia en ganar mandatos no consecutivos en la Casa Blanca, después de Grover Cleveland a finales del siglo XIX.