Por: José Peña Santana
En los últimos días, desde esta columna, hemos tenido el privilegio de compartir reflexiones sobre temas cruciales relacionados con el derecho aduanero, hemos resaltado la importancia de abordar de manera integral el rol de nuestras aduanas en la protección de la seguridad nacional y el desarrollo económico del país. Asimismo, el fortalecimiento del programa de Operador Económico Autorizado. También hemos analizado flagelos específicos como el contrabando de mercancías, sustancias prohibidas, armas, etc.
Pero nos ha arrojado una luz de optimismo el hecho de que la Dirección General de Aduanas haya organizado el “Seminario-Taller Internacional sobre Comercio Ilícito y Competencia Desleal”, el cual fue celebrado los pasado días 19 y 20 de noviembre en un hotel del distrito nacional.
Esta iniciativa reunió a invitados internacionales y nacionales ligados a los sectores comercial, judicial y castrense, así como a altos funcionarios del gobierno encabezados por la vicepresidente de la República doña Raquel Peña, y varios actores privados, para participar en dicho taller ofrecido por DGA en pro de iniciar la lucha contra el comercio ilícito, la evasión y elusión fiscal, y otras prácticas que afectan la competitividad, la recaudación tributaria y la seguridad nacional.
Oportuno es resaltar que figuras claves como la Magistrada procuradora general adjunta de persecución de la corrupción administrativa doctora Yeni Berenice Reynoso Gómez, desarrollaron paneles de alto nivel, como el titulado “Marco conceptual y legal del Comercio Ilícito y la Competencia Desleal, y el Lavado de Activos vía comercio de bienes”, lo que refleja un enfoque a la lucha contra estos flagelos.
Es fundamental que esta actividad no se limite a una simple reflexión académica o técnica. Su impacto debe trascender hacia la construcción de políticas públicas más efectivas, reforzando la colaboración interinstitucional y garantizando que las aduanas desempeñen su papel como la primera línea de defensa frente al comercio ilícito y la competencia desleal, el contrabando de mercancías, drogas, armas de fuegos y municiones, divisas, etc.
La lucha contra el comercio ilícito es una tarea compleja, pero necesaria. No solo está en juego la recaudación fiscal, sino también la equidad en el mercado, la protección de los consumidores, la seguridad nacional y el desarrollo sostenible.
Me refiero a esta iniciativa de la DGA dado a que reafirma nuestras ideas. En más de una ocasión, desde esta tribuna, hemos argumentado que el fortalecimiento de las aduanas es clave para enfrentar los retos del comercio ilícito. Temas como el control de riesgos, la implementación de tecnologías avanzadas y la coordinación con entidades nacionales e internacionales han sido puntos recurrentes en mis análisis.
Ver que estas propuestas encuentran eco en las acciones concretas de la DGA no solo valida nuestras consideraciones, sino que también nos motiva a seguir contribuyendo al debate público en esta fascinante rama del derecho.
El éxito de estas iniciativas dependerá de la capacidad de las autoridades para convertir las palabras en acciones y de la disposición de todos los actores involucrados para sumar esfuerzos en beneficio del país.